"Como verás tampoco fuí a que me regalaras la nota. Si hay cualquier posibilidad por pequeña que sea de no fastidiarme las 3 únicas semanas de vacaciones que tengo te lo agradecería. Llámese un trabajo, otra prueba, hacer la vista gorda.... "
17.12.07
Filís Navidás
18.11.07
Los nuevos huelguistas
Buenas tardes:
Soy el delegado de clase [...]
Queriamos comunicarle que mañana hay huelga debido a la subida de las tasas y nos gustaría saber si tiene pensado impartir clases. El resto de docentes no van a dar la materia.
Un saludo
Soy consciente de que todos pensarán que, dada la alarmante falta de actualización de este blog, hemos tenido que inventarnos un mensaje como este para poder reírnos todos un rato. Pues no; este messaje, así como lo ven, me llegó en la tarde del pasado 30 de octubre, víspera de la huelga de estudiantes convocada en Galicia por la subida de los precios de las matrículas universitarias.
Sin entrar en las (pobres) argumentaciones de los huelguistas (que pueden ver ampliando la imagen adjunta, y que trataré en otro momento), lo que es evidente es que unos estudiantes que razonan así se merecen, cuando menos, una subida del 800%, por hacernos perder el tiempo intentando introducir algo de conocimiento en unos cerebros tan claramente desestructurados. Porque veamos:
1. "Mañana hay huelga". Las huelgas no caen del cielo, pero parece que para mis alumnos sí: pese a que se trata sin duda de una huelga de alumnos, éstos consideran que "hay huelga", no que "hacen huelga". Es decir, se ven como meros sujetos pasivos del evento, como si se tratara de un cierre oficial de la facultad, de un festivo, o de una tormenta de nieve que les impide ir a clase. No se plantean, como en nada en su vida ni en sus estudios, que ellos tengan que tomar alguna decisión al respecto.
2. "Nos gustaría saber si tiene pensado impartir clases". Curiosamente, mientras que para ellos (que son los convocantes) simplemente "hay" huelga y no tienen nada que decidir, los profesores (a los que ni nos va ni nos viene el asunto) sí debemos tomar decisiones. Y no cualquier decisión, además: los alumnos consideran normal que los profesores, con todo la jeta del mundo, dejemos de cumplir por un día nuestras obligaciones. Y todo, claro está, para que ellos ganen un día de vacaciones y no pierdan nada. Es como si el trabajador de una empresa, antes de hacer huelga, le pregunta al patrón si le va a pagar o no ese día. Hay que joderse.
3. "El resto de docentes no van a dar la materia". Este es un argumento muy conocido en nuestra facultad, y supongo que en muchas otras, junto a ese otro de "es que me queda sólo una asignatura para acabar". Los alumnos venden la misma moto simultáneamente a todos los profesores, y éstos, que en su mayoría son unos pusilánimes que no soportan ser el malo de la película, acaban haciendo que la mentira de partida se convierta en verdad. Y así nos va.
En lo que a mí respecta, se pueden ir todos, estos alumnos y esos profesores, a la mierda. Como no podía ser de otra manera, yo impartí todas mis clases, y en las que no tuve alumnos, di la materia por explicada. Eso sí, después de responder cortésmente a nuestro querido delegado:
Hola.
Entiendo que tu mensaje es sólo para informarme de que no vais a venir a clase, porque no me cabe en la cabeza que vuestra decisión de hacer huelga dependa de que mañana yo imparta o no materia.
Saludos,
Michael
18.9.07
La dura vida del congresista (II)
El pasado martes, los Ángeles de Charlie, trío congresero por excelencia (léase Petete, la Marquesa de Quincarallas y yo misma), nos dirigíamos en mi coche a Guimaraes a una conferencia de jóvenes investigadores. El trayecto es corto y en hora y media ya estaríamos en destino de no ser por la "portuguesada" de turno.
¡¡¡Atropellamos una silla de playa en la autopista!!! Sí, han leído bien, una silla de playa plegada en el p... medio de la calzada. Yo ya sabía que nuestros queridos vecinos llevaban la parrilla en el maletero y cuando daba la una se echaban a la cuneta a preparar todo tipo de manjares a la plancha, pero de ahí a que se dejen la montura... Nos adelantaban constantemente por el carril de la izquierda, así que la única manera de esquivar la silla, sin frenar en seco y que el coche que circulaba justo detrás nos hiciese una "guarrería sexuarl", era pasar por encima dejando la silla entre las ruedas. Ajusté bien, justo por el medio, pero con tan mala suerte que la silla se enganchó en los bajos del coche haciendo un ruido tremendo y dejándonos aparcadas en el arcén. La protección inferior se rasgó, caía de un lado y un líquido, creemos que agua, goteaba sospechosamente por lo que decidimos llamar al seguro. Mientras estábamos a la espera de la grúa, llegaron los GNR (Guardia Nacional Republicana, que no Guns'N Roses) y una furgoneta de asistencia de la autopista que encendió todo tipo de luces para avisar del peligro. Tomaron todos los datos posibles y al rato llegó la grúa y el taxi que nos llevó de vuelta a casa. Tuvimos que repetir la ruta al día siguiente en el coche de Petete, pero tuvimos suerte y no encontramos ningún mueble o similar en el camino.
Hoy mismo recojo mi coche (con seguro a terceros, ay) del taller junto con una bonita factura de 170€ que remitiré con todo mi cariño a Brisa, que por mis tentáculos que se harán cargo, menuda soy yo cuando me pongo.
10.9.07
El misterio de los cincos clavados
Nada más lejos de realidad. Como ya comenté apresuradamente en otra ocasión, el fenómeno tiene una explicación científica irrefutable. Para entenderlo, nada mejor que este gráfico (click para ampliar):
En él aparecen las notas de cuatro de nuestros insignes alumnos, marcadas cada una de ellas con un color y una forma diferente. Supongamos que estas notas son el resultado de una correcta aplicación por parte del profesor de los criterios de evaluación, e incluso que cada uno de los exámenes ha sido repasado varias veces. Bien, pues aún con este inmejorable punto de partida, el profesor no puede estar completamente seguro de que esa nota sea exactamente la que debería poner al alumno. Es decir, el profesor es consciente de que sus criterios no son perfectos y, por tanto, existe un margen de error en sus calificaciones.
Pues bien, ese margen de error (en este ejemplo +/-0,3 puntos) es el que reflejan las barras en torno a cada punto del gráfico. Así, por ejemplo, Pepita Pérez ha sacado un 0,1, pero el profesor no puede estar seguro de que su nota no sea en realidad un 0,2, un 0,3 o incluso un impresionante 0,4. Y al contrario, quizá la alumna se mereciera directamente un cero o, en este caso extremo, una nota negativa por ser tan negada. Sin embargo, el profesor le pone un 0,1, porque no hay una diferencia significativa entre suspender con esa nota o con otra de las mencionadas.
Lo mismo pasa con Andrés Pérez de Jeta y José del Morro, primos y asiduos de este blog. Sus notas son suspensos claros, por lo que no nos llevaría a ningún sitio sumar o restar ese margen de error. El único efecto en este caso sería que, como indica el hecho de que sus barras de error se crucen, la nota de Andrés podría ser en realidad más alta que la de José, por lo que Andrés, hondamente deprimido, puede haber decidido no presentarse más a la asignatura e incluso dejar la carrera. Mala suerte.
En realidad es el caso de Antonio Coleguita el que más nos interesa: puesto que la corrección de su examen arroja un 4,8, al sumar su margen de error llegamos al aprobado. Es decir, no sabemos a ciencia cierta si está suspenso o aprobado. Y como suspender a alguien que realmente ha aprobado podría ser mucho más perjudicial que aprobar a alguien que ha suspendido, optamos por aprobarlo, poniéndole la nota mínima necesaria para ello: un cinco clavado.
Si quieren ver más información (y más precisa) sobre la interpretación de datos con margen de error, pueden leerse este excelente y clarificador artículo de Josu Mezo ... O, ahora que lo pienso, pregunten a Petete y Tocotó, que parece mentira que haya tenido que explicar esto yo.
4.9.07
Buen rollito (II)
En mi caso, he empezado con buen rollito, y es que nuestro amigo Antonio Coleguita vuelve a la carga: sigue queriendo ser mi amigo, pese a que en su momento no accedí a que me incluyera en su lista de elegidos. En fin, que estoy dudando de nuevo entre lo que me decían unos ("¡no contestes!") y otros ("¡denle una oportunidad a Antonio!")...
29.7.07
No estamos de vacaciones
Pues bien, aquí les vamos a contar cuáles son nuestras obligaciones, que básicamente pueden resumirse en tres puntos:
- Nuestro trabajo tiene una parte de docencia y otra de investigación, ambas obligatorias.
- Trabajamos a jornada completa, lo que en en nuestra univiersidad implica 37,5 horas a la semana.
- Sólo tenemos vacaciones en agosto.
Esto no significa que no tengamos unas buenas condiciones laborales, pero nos fastidia que la gente piense que nuestro trabajo consiste en dar unas cuantas horas de clase, atender otras de tutorías, corregir varios exámenes al acabar el curso y descansar el resto del tiempo. Es cierto que nuestros horarios son en general flexibles, y que bien podemos trabajar un día más y otro menos, o una semana 30 horas y otra 50; pero también es posible que nos toque dar una clase a las nueve de la mañana y otra a las nueve de la noche el mismo día, o que los plazos de entrega de algún trabajo nos obliguen a trabajar un fin de semana (o todos los del año, cuando estamos haciendo la tesis doctoral...)
Ustedes dirán que sí, que vale, pero que la mayoría de los profesores se escaquean porque no tienen que fichar. Vale, genial, ¿pero por qué nos lo cuentan a nosotros, que sí estamos trabajando? Es que nos repatea que año tras año, en pleno mes de julio, la gente se extrañe de que no estemos de vacaciones, y nos traten poco menos que de idiotas por no estarlo. Vamos, que si no trabajamos somos unos vagos, pero si lo hacemos somos gilipollas.
La verdad es que nuestro trabajo nos gusta y no solemos quejarnos, pero estamos hartos de que la gente piense que a estas alturas ya estamos de vacaciones.
18.7.07
La dura vida del congresista
Hola a todos, no nos hemos olvidado de vosotros, no, lo que pasa es que hemos estado muy ocupados de congreseo. Una semana en Bilbao, luego a Madrid y finalmente a Praga. Es muy típico que los congresos se desarrollen fuera de la época de clases, así que cuando llega finales de Junio comienza la racha viajera del investigador.
Seguro que más de uno se piensa, pero ¡¡¡qué buena vida tienen estos tres cantantes!!! Pero no, lo de congresear es agotador y supone un gran desgaste de nervios y para que negarlo... de suela. Aquí tenéis un breve resumen de todo lo mal que lo hemos pasado en nuestra tourné:
1. Nada más subir al avión uno tiene que ir haciéndose a la idea de que le toca hablar inglés o bien, pronunciar las plabaras que no conozcas en castellano pero acabándolas con el sonido multiusos "ation" (léase /éixon/)
2. He descubierto que el vodka me da grandes dosis de fluidez a la vez que tengo que repetir las parrafadas en inglés más de una vez para que me entiendan (Bilbao a finales de Junio). En cambio la cerveza produce el mismo efecto sin la desventaja del bajo entendimiento (Praga, mediados de Julio)
3. Hemos tenido que "soportar" el ballet del lago de los cisnes bailado por aficionados como ceremonia de bienvenida en Praga. A la vista de las maravillosas mallas blancas de los bailarines uno se puede hacer a la idea de que no recuerdo sus caras de no ser por los testimonios gráficos...
4. Seguimos pensando que es necesario arreglarse para asistir a la Gala Dinner hasta que vemos a la recua holandesa con chanclas y calcetines y acabamos dando la nota...
5. Por ultimo y no por ello menos importante, nos ha tocado exponer en todos los congresos a primera hora de la mañana, pero ¿a quién coño se le ocurre que un español puede hablar correctamente inglés a las 8:30?
Para no os quedéis con el mal sabor de boca de lo mal que lo hemos pasado os pongo una fotito de recuerdo en el único momento libre que nos ha dejado el congreso de Praga. Ya veis, tanto trabajar que sólo nos quedaba la noche libre... Y ahora a ver quien se cree esto después de lo del vodka y la cerveza...
13.6.07
Reflexionando...
Es cierto que en la mayoría de los post de lavistagorda hablamos de los segundos. Me gustaría aclarar que no tenemos la mínima intención de generalizar y tachar a todos como éstos, pero tras varios intentos de hablar de los “alumnos modelos” hemos llegado a la conclusión de que los maleducados son los que más juego dan, (los otros son modelos sí, pero aburridos, ¿es cierto o no?) por ello este post va dedicado a uno de ellos, mejor dicho a una, se llama Male (Ducada es su primer apellido, el segundo no lo recuerdo).
Además de mi asignatura completa, este curso impartí unas prácticas de otra durante una semana. Cada alumno tenía dos horas y media de clases seguidas conmigo en todo el curso. La planificación de la clase era del siguiente modo: yo explicaría una práctica durante hora y media, ellos irían haciéndola a la par conmigo en su ordenador, y luego tendrían una hora para resolver una especie de examen-ejercicio relacionado con lo que acababa de explicar que les permitía obtener puntuación extra a sumar a la nota final de teoría. Por supuesto, para resolver el ejercicio podían utilizar los apuntes que quisieran (realmente complicado…). La asistencia a las clases era totalmente voluntaria. La única pega: no todos los alumnos obtendrían puntuación, sólo los mejores, los que no cometieran fallos (para resoverlo correctamente simplemente tenían que haber atendido bien durante la hora anterior y anotar todo lo que quisiesen).
La cosa no empezó demasiado bien cuando tras decir los nombres de las personas que habían obtenido alguna puntuación en la práctica anterior, impartida por Tocotó, la señorita Male gritó literalmente: oye, ¿mira, y yo no tengo ninguna puntuación…?
-Pues si no te he nombrado no, pero dime tu nombre por si estás en otro grupo por error.
Tras comprobarlo le digo: no, no tienes puntuación.
-Me cago en….-gritó a su compañera de al lado -me parece que voy a pasar de todo esto.
Preferí, y conseguí no hacer caso a las “buenas palabras” que oía, dado que la tal Male no se dirigía a mí.
Tras esperar que todos los alumnos tuviesen el programa abierto para que me pudiesen seguir a la par, comienzo la clase. Mi sorpresa de nuevo llega cuando tras los ordenadores oigo una voz insultante que grita de nuevo: “mira, puedes ir más despacio, que me pierdo”.
Consigo, no sé como, controlarme, porque no soporto esta actitud chula y le digo simplemente que lo intentaré. Male no aguantó callada más de un minuto cuando vuelve a gritar: “es que me pierdo otra vez, puedes ir más despaciooo”
- Pues la verdad es que lo que estoy haciendo deberías de saber hacerlo sóla, porque te lo enseñaron ya en la primera práctica y es completamente básico. No puedo ir más despacio, debido sobre todo a que si lo hago no tendréis tiempo para resolver el ejercicio.
Me gusaría aclarar que yo impartía la práctica por tercera vez, tenía el tiempo controlado, y nadie más se perdió ni protestó en ninguna otra clase.
A partir de ese momento, nuestra amiga Male, dejó el ratón a un lado, se puso un pie sobre la otra rodilla y empezó a jugar con el móvil en una actitud totalmente despectiva hacia la clase, y hacia mí, en particular.
Preferí una vez más ignorarla, y simplemente recordé en voz alta que las clases eran voluntarias, y que a quién no les interesara podía irse sin problema alguno…(tenía la esperanza de convencerla, pero tuve que seguir viéndole el careto el resto de la hora y media).
Llega el momento de hacer el ejercicio y me adelanta que no lo va a hacer (obviamente) pero me pide verlo. Tras darle la hoja le sugiero:
- Puedes hacerlo si quieres.
- No, no lo voy a hacer.
- Bueno, tu misma, pero no tienes nada que perder…
Y tras una mirada penetrante que casi me deja en el sitio llega el momento culmen de Male:
- Pues sí tengo algo que perder: ¡¡EL TIEMPO!!
No me podía creer lo que estaba oyendo, pero entonces pensé: si crees que me vas a callar tú a mí, mal vas. Mientras me entregaba la hoja en blanco y se levantaba le digo:
-¿Si? ¿el tiempo? Pues llevas perdida una hora y media ya…¿te has dado cuenta?
Male no se rendía y un poco cortada, pero con la cabeza bien alta contesta:
-Normal... es que con la velocidad a la que ibas no había quién te siguiera…
Claro que si ella no se cortaba, yo menos:
- ¿Si? Ahhhh, pero ¿te has dado cuenta que la única persona que se perdió en toda la clase has sido tu? Quizás deberías de pensar por qué…
Esta vez sí, logré que colorada como un tomate cerrase la puerta sin mirarnos, ni al resto de sus compañeros ni a mi…, pero eso sí, me dejó reflexionando una vez más: ésta es la educación de una niña de 19 años, casi recién llegada a la Universidad… No quiero pensar qué nos espera de aquí en sucesivas generaciones, ni qué les espera a los empresarios que la entrevisten algún día…, ni tampoco lo que le espera a ella misma como no cambie de actitud. Me consuela un poco pensar que, como decía al principio, por ahora estos son casos excepcionales.
6.6.07
16.5.07
Mala racha
Ha llegado un momento en el que me ponía nerviosa al entrar en clase y esperaba el momento de mi error como algo inminente, hasta solté un par de coños... Pero finalmente la racha ha tocado a su fin. Ayer la clase resultó incluso divertida, aparecí con un tremendo siete en la camisa fruto de un alambre malvado, les hablé de la Pantoja para explicar los contrastes de hipótesis: todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario, Petete te robé el ejemplo ;-), y no me confundí en las cuentas, ni en las fórmulas, lo de mi lengua resbaladiza fue imposible de evitar y se me escapó un estupendo "viaranza, ay no, variancia, jajajaja, varianza, varianza...".
Sólo quedan dos semanas de clase, y 3 pruebas sorpresa por delante, van a pasar más tiempo sudando delante de un folio en blanco que escuchando mis explicaciones, que espero sean correctas. Por lo menos que se queden con un buen sabor de boca a final de curso y a ver si se acuerdan de mi para la orla, aunque lo dudo mucho...
4.4.07
Sorpresa, sorpresa...
Durante este curso nos hemos propuesto incentivarlos un poco y para ello hemos ideado un sistema de evaluación continua a base de pruebas sorpresa. La idea es que los alumnos que aprueben las cuatro pruebas habrán superado la asignatura y no necesitarán presentarse al final. Los que suspendan alguna prueba o no la realicen, acumularán una puntuación positiva de hasta 1.5 puntos sobre la nota del examen final, que tendrán que realizar en todo caso.
El nombrar la palabra sorpresa ya hace que les entren los nervios por mucho que les digas que serán ejercicios tipo, cortos y con material. Ya he recibido varios correos y un par de súplicas en la puerta con la misma petición:
Hola:Fulanita de Tal, una alumna aplicada, interesada por la asignatura y que no conoce el significado de la palabra sorpresa. Algo parecido pasa con Menganito de Cual:
Me llamo Fulanita de Tal y soy del grupo de tarde de su asignatura.
Mi problema (como ya se lo dije) es que yo para la semana no voy a poder asistir a la clase del martes, me gustaría que si va a hacer el examen sorpresa, lo pusiera para mañana ya que me interesaría mucho hacerlo. Además, la diferencia de dias que hay entre el jueves y el martes es mínima y creo que nadie va a estudiar ni más ni menos para el martes.
Es por ello que le agradecería de que si están pensando en hacer examen parcial de muestreo, por favor lo pusieran para mañana o para despues de Semana Santa.
Muchas gracias.
Buenos dias, soy la hermana de su alumno Menganito de Cual y me pongo en contacto con usted debido a que mi hermano en estos momentos no puede hacerlo el directamente. Queria poner en su conocimmiento a petición expresa de él que desde la noche de ayer sufre un proceso de virus estomacal con vomitos continuos y proceso febril que lo llevo a pasar la noche en urgencias y aunque ahora ya se encuentra un poco mejor tiene que guardar reposo en cama ya que esta bastante debil. Puso en mi conocimiento que durante la clase de esta tarde cabria la posibilidad de que se desarrollara la primera de las pruebas sorpresa a las que somete a sus alumnos, y debido a la imposibilidad de que Menganito asista a clase por su estado le gustaria saber si hay alguna posibilidad de que si la prueba se desarrolla hoy el pueda realizarla por ejemplo el jueves. Si esa posibilidad existe le estaria muy agradecido debido a su interes en la materia y debido a esta desafortunada situacion. Si no considera posible tal cambio igualmente le remito las gracias por su atención.Menganito tuvo suerte porque no hubo la prueba sorpresa y creo que ya está felizmente recuperado.
Un saludo de parte de su alumno Menganito de Cual.
Esto son sólo un par de ejemplos del miedo a perderse la "sorpresa". En breve les tocará el susto, a ver si realmente esta preocupación se traduce en unos excelentes resultados, aunque lo dudo mucho...
3.4.07
Por la chica de la biblioteca...
Mi sorpresa comienza cuando me presenta un folio (con formato de examen) con dos problemas y con el escudo y membrete de otra organización académica.
- Es para la chica de la biblioteca, que me vio coger un libro de Estadística y me preguntó si sabía hacer este ejercicio. Yo no sé, entonces pensé que tú me podías ayudar.
- Hombre, sí, no me importa, aunque bueno, quizás prefería que viniese ella a preguntármelo aunque no sea mi alumna… (nunca me ha importado ayudar a gente que no está matriculada, siempre que esto no tenga un coste muy elevado).
Comienzo a explicarle el problema y, a pesar de que precisamente el tema relacionado con el ejercicio lo habíamos terminado una semana antes en clases, y él no pisó el aula en todo el curso, me di cuenta de que no sabía de qué le estaba hablando. Conceptos básicos, que me pueden llevar explicarlos en clase alrededor de unas cuatro horas, no le sonaban ni por asomo.
- buff, qué es lo que dices que haces aquí, ¿tipi qué?
- Tipificar. Necesitamos hacerlo para poder trabajar con las tablas de la normal estándar.
-ahh…, vale. Pero… ¿no puedes coger entonces otras tablas…?
-¡Pues no! Básicamente porque no existen…En fin, creo que deberías de leerte los apuntes, que por cierto acabo de facilitar en clase hace una semana…
- Si es cierto, pero bueno, es sólo para poder decírselo a la chica de la biblioteca. Por cierto hoy fui a clases, pero no tocaba…
- Hombre, a buenas horas nos enteramos del horario de la asignatura…Llevamos ya medio cuatrimestre de clases.
A pesar de que era materia de examen para él también, me di cuenta de que Ramón estaba más preocupado de poder explicárselo a la chica de la biblioteca que de entenderlo propiamente. Imagino, no sé por qué, que no debía de parecerle fea, la chica… (en cualquier caso, es una percepción personal, que no tiene la menor importancia…).
El caso es que la explicación continuó y estuve cerca de dos horas explicándole el dichoso ejercicio que no lograba entender. Supe perfectamente que Ramón no se estaba enterando de nada, pero al final, parecía que le daba un poco de vergüenza hacerme tantas preguntas que le dejaban al descubierto en cuanto a sus conocimientos se refiere. Empezó entonces a asentir con la cabeza como para darme la razón.
Me sorprendió que cuando se fue no me pidió la hoja con el ejercicio resuelto. Pero por supuesto, no insití.
No habían pasado 10 minutos cuando Ramón llama de nuevo a mi puerta, y una vez más, me sorprende con sus palabras:
-Es que estuve ahora pensando ahí afuera en el ejercicio y claro, no me acuerdo de cómo se hace. ¿Me lo podías explicar de nuevo?
-¡¡¡¡¡¿¿¿¿Cómooooo!!!????
Insisto, habían pasado 10 minutos como mucho. No es que Ramón no se acordase de hacer el ejercicio, sino que realmente no tenía ni idea. Es como si a mi me piden que escriba un texto en chino…, vamos que por mucho que me expliquen la gramática, como no sepa al menos el abecedario…
Claro, ahí me empecé a molestar realmente, porque me di cuenta de que la jeta de Ramón no tenía límites. Me sentí molesta, sobre todo después de “perder”, porque literalmente fue así, casi dos horas con él. Entonces…
-¡¡No!! ¡¡No te lo puedo explicar de nuevo!! Si te parece poco que te lo haya resuelto para una persona que ni siquiera conozco…Ponte a estudiar y punto.
-Bueno mujer, pero tú sabes por qué lo hago, ¿no?
-Pues no, y tampoco me importa.
-Pues lo hago para ver si la puedo ayudar, a la chica de la biblioteca,…pero vamos, que si no puedo…si tanto te molesto…!!
-Hombre, me parece que tienes un poco de cara dura, ¿no? No has pisado las clases en todo el curso y a pesar de ello me he pasado media tarde explicandote algo de lo que no tienes ni idea precisamente por no abrir ni un libro, aún encima me pides que te lo repita… y además te sorprende que me moleste!! (Realmente reconozco que estaba indignada)…
- Bueno, pues no me lo repitas, pero mira, si me dejas la hoja donde escribiste la solución yo voy diciendo lo que hiciste y me confirmas si está bien o mal…,¿vale?
-Yo (cada vez más enfurecida, la verdad): ¡¡pero vamos!! ¿Me estás tomando el pelo? Te he dicho que no lo repito. Y es más, ahora es cuando no te digo nada más. Y la hoja no te la llevas (realmente tenía bastante tachones, y visto lo visto, tenía la certeza de que podía circular por el mundo, cosa que no me apetecía. A pesar de todo, le di una oportunidad:) si quieres copias toda la solución en una hoja tuya, y si no la tiro directamente…
-Bueno, mujer, pero déjame la hoja… ¿qué más te dá? Venga me la llevo.
- (yo no daba crédito) ¡Que te he dicho que no! O la copias o la tiro ya. Tu decides!!
- vale, venga, la copio. Entonces…, aquí es cuando tipificas…, porque… ¿por qué era que hacías eso?...
En fin…, que siguió insistiendo…como si nada…Y es que para algunas personas, no hay límites. Sobre todo no hay límites en la educación. Desde mi punto de vista es totalmente vergonzoso que un chico de 20 años tenga tan poco respeto hacia sus profesores como este, porque realmente se trata de esto…de respeto, de educación. Estoy esperando, que me llegue, como a M. Knight una invitación para ser su coleguita….Ya tarda, ya…
15.3.07
Buen rollito
Pero nada, al final va a resultar que, como decía Tocotó, somos buenos, así que lo único que podemos contaros son cosas como esta que recibí esta mañana por correo electrónico:
En fin, ¿hay algo más bonito que un alumno quiera ser tu amigo? ¡Y eso que Antonio Coleguita sólo sacó un cinco! Claro que ahora vendrá The Monch a decirnos que de amiguito nada, que lo que está haciendo es ponernos a prueba para desenmascararnos.
7.3.07
No nos podemos quejar.
Los puntos del contrato no tienen desperdicio: en él en ningún momento se acuerda con la maestra nada que tenga que ver con cuestiones pedagógicas, ni tampoco de educación de los niños. Sino que, como podéis comprobar, hace referencia a cuestiones personales que por supuesto no tienen nada que ver con el trabajo de una maestra, ni en los días de hoy, ni tampoco en el siglo pasado (¡¡o eso espero!!).
La primera vez que lo leí, me hizo gracia, pero después me llevó a reflexionar, y es que, al fin y al cabo, 1923 no queda tan lejos. Puede que en unos años alguien se quede sorprendido al leer nuestras obligaciones como docentes, pero…no sé, al margen de interpretaciones, al menos se trata sólo de cosas relacionadas con nuestra función: la docencia e investigación. En cualquier caso, lo que sí está claro, es que los tiempos cambian a una velocidad abismal. Es por ello que ha surgido este post, para compartir con vosotros mi reflexión particular:
Y es que, tal y como dice, la señorita……….. acuerda :
Punto nº 1: No casarse. El contrato queda anulado si la señorita se casa. ¡¡Hombre!! Faltaría más. A ver desde cuando una persona casada tiene capacidad para educar a niños…, y mucho menos, por supuesto, si tiene hijos…Es incompatible totalmente. Eso sí, de vivir “en pecado” no dice nada el contrato. Es decir, que la señorita en cuestión seguiría en activo si se va a vivir con cualquier indecente que encuentre por la calle…Incluso puede irse a vivir con el padre de alguno de sus alumnos…No quiero ser…ejem!! ¿mala?, pero…me limito a lo que restringe y no restringe el contrato.
Punto nº 2: no andar en compañía de hombres…Porque los hombres son malos. De siempre nos lo han dicho. Así que, si el hermano de la señorita o incluso su padre decide acompañarla a misa dando un paseo…, pues…¡¡ queda despedida!! Eso sí, el hecho de vivir "en pecado" del punto anterior seguiría siendo válido, siempre que la señorita no salga de paseo con el susodicho. De puertas para adentro nadie va a investigar, porque no procede.
Punto nº 3: Estar en su casa entre las 8:00 p.m. y las 6:00 a. m. Bueno, una no es que salga mucho en ese horario, pero… ¿y si tiene que ir al médico de urgencia? ¿Cómo afectaría esto a su trabajo? En fin, no quiero ni pensarlo…
Punto nº 4: No pasearse por heladerías del centro de la ciudad. No dice nada de las heladerías de los barrios marginales. Esa sí las puede visitar. Y también los clubes de alterne. Porque digo yo que en 1923 ya existían (aunque fuese con otro nombre, ¿no?). Este punto no es en absoluto restrictivo, así que nada de quejarse.
Punto nº 5: No abandonar la ciudad sin permiso del presidente del Consejo de Delegados. ¡¡¡Perfecto!!! Si hoy en día esto se llevase a cabo no habría problemas de fugas de delincuentes…yo lo veo muy adecuado. Que decida el Sr. Presidente del Consejo de Delegados sobre las excursiones que puedo hacer…, faltaría más.¡¡¡¡ Y nada de ir de picnic al monte más cercano, que eso ya no es la ciudad!!!!
Puntos 6º y 7º: No fumar cigarrillos, ni beber, cerveza, vino ni whisky. Restricciones mínimas que se le debe de pedir a una maestra para que cumpla con sus obligaciones. Eso sí, se permite fumar porros y beber vodka, aguardiente o cualquier bebida de similares características (por ejemplo Pineau, ummm, ¡¡qué rico!!), porque si no se especificaría lo contrario…
Punto 8º: No viajar en coche o automóvil con algún hombre excepto su hermano o padre. En tren si se podía viajar con cualquiera. Incluso con el que vivía “en pecado” (eso sí, bajo el consentimiento del Presidente del Consejo de Delegados, máximo mandatario de la época en una ciudad). Por cierto, ¿alguien me puede aclarar cuál es la diferencia entre un coche y un automóvil?
Puntos 9º y 10º: no teñirse el pelo. No usar ropas brillantes. ¡¡Hombre!! es que un jersey brillante nunca quedó bien a una persona con canas…, eso está más que claro. El colegio lo hace por la imagen de la maestra, na más…
Puntos 11º y 12º: Usar al menos dos enaguas. No usar vestidos que queden a más de cinco cm. por encima de los tobillos. ¿Cómo se puede ver el número de enaguas con un vestido que llega casi a los pies? No quiero pensar mal…, pero hay cosas que no casan…
Punto 13º: relacionado con la limpieza de la clase y la calefacción de la misma. Me parece perfecto incluirlo en el contrato porque si la señorita no puede salir, ni andar con hombres, ni teñirse el pelo…¿en qué va a emplear el tiempo, entonces? Pues que limpie algo, ¿no?
Punto 14º: No usar polvos faciales, no maquillarse ni pintarse los labios. Esto unido a los puntos 9º y 10º hacen de la profesora toda una belleza…Vamos, que si consigue mantener a los niños contentos es porque realmente vale para ello, o porque los padres no la conocen personalmente, porque no me digan que no es para salir corriendo…Ahora entiendo yo la nana de: “duérmete niño, duérmete ya, que viene el coco y te llevará…” Vamos, el coco lo veían esos niños a diario, durante todo el día,…., ¡¡ como para no dormir y que apareciese también por la noche…!! Y aún encima, la pobre maestra sin poder hacer otra cosa que resignarse a esto para poder ganarse el pan...
En fin, que después de todo esto, sólo puedo corroborar que, ciertamente, no nos podemos quejar, no…Desde aquí mi homenaje particular a las maestras de 1923.
14.2.07
Somos buenos
Pero para aquel que todavía no esté convencido ahí va un dato más que nos avala. En muchas ocasiones uno se harta de escuchar la famosa frase de “me suspendió” mucho más utilizada que la más correcta “suspendi”. Esto denota que los alumnos no se fían de nuestro sistema de corrección o bien, están convencidos que usamos el baremo más desfavorable posible a la hora de evaluarlos. Nada más lejos de la realidad…
Lo que voy a relatar ahora procede de una experiencia fomentada por una profesora con la que comparto asignatura. La idea en cuestión era pedirles a los alumnos que antes de entregar un examen, se autoevaluasen y anotasen la calificación que creían que se merecían en el mismo. Una vez entregaron el examen, éste se corrigió en detalle durante la hora siguiente. Tras explicar la solución se les pidió que se autoevaluasen de nuevo. Los resultados fueron los siguientes:
No había diferencias significativas entre la calificación que apuntaron en el examen y la que realmente obtuvieron. En cambio, sí que había diferencias significativas entre nuestra calificación y la que se otorgaron una vez resuelto el examen. En éste último caso, sus notas estaban significativamente por debajo de las que realmente obtuvieron.
Resumiendo, no somos tan malos como nos pintan, somos unos fenómenos haciendo contrastes para muestras relacionadas y no tenemos abuela ;-)
5.2.07
Cinco de cinco
solicito informacion sobre el examen del proximo jueves el numero de ejercicios si van a ser tipo de las practicas etc
Como pueden ver, el alumno hizo pleno al cinco, ya que en su texto no aparecen
1. ni un acento
2. ni una mayúscula
3. ni un signo de puntuación
4. ni un saludo
5. ni un agradecimiento
Haciendo honor al nombre del blog, con mensajes de este tipo suelo hacer la vista gorda y contestar con naturalidad, pero creo que en esta ocasión he perdido la paciencia. Me dan ganas de contestar diciéndole que con una redacción así no podrá aprobar el examen del jueves, que debería volver a segundo de primaria, o simplemente que no entiendo qué me pregunta...
¿Ustedes qué harían?
29.1.07
Las horas muertas o tutorías
Realmente se puede llegar a pensar que estas horas son las que más trabajo dan a un profesor. Si sumamos una asignatura odiosa, más de 200 matriculados y muchas caras extrañas o ausentes durante las clases, la ecuación debería de dar como resultado una máquina de pedir vez, como las de las carnicerías, justo debajo del cartel indicador del despacho, además de unas cuantas sillas para hacer más descansada la espera y... un tentempié también sería de agradecer ¿no?. Aun diría más, cuatro horas no llegarían a nada ¿verdad?. Eso es lo primero que deduces una vez echas las cuentas, pero no, aunque el razonamiento os parezca muy convincente, estoy completamente equivocada. La definición exacta del horario de tutorías es: “número de horas que el profesor debe estar disponible en el despacho (ni un café por el aire, ni un pisito) a sabiendas que ningún alumno se acercará a menos de 100m de la puerta”
Es triste, lo sé, porque a la vista de que la estadística no es santo de su devoción, una no se cree que sus alumnos lo entiendan todo a la perfección como para no hacerle, como mínimo, una visita a la semana. Por otro lado, empiezas a pensar que te deben de ver como un ogro o un freak que es incapaz de acercar esos conceptos extraños de clase a la vida real. Esto último podría ser cierto, lo admito, yo he tenido profesores de esa índole durante la carrera, pero juraría que no es el caso (aunque el post de mis gustos musicales diga lo contrario). Y... ¿me verán como un ogro? con ese color verde esperanza y mis alegres tentáculos... podría ser, pero creo que inspiro más pitorreo que otra cosa...
Tras realizar una encuesta entre muchos de mis compañeros, Michael y Petete entre otros, a todos les pasa exactamente lo mismo. Me quedo mucho más tranquila, fuera neuras Tocotó, que en el fondo eres una fenómena y ellos son unos tímidos. Bueno, no todos, se salvan los cuatro de siempre que vienen el día antes del examen con dudas razonables y que son los que nos dan las escasas alegrías como la que relata este post. El 6 de febrero es el gran día del examen, les mantendré informados del número de visitas por el despacho...
25.1.07
La calculadora
No es que tenga nada contra las calculadoras, pero creo que su utilidad es ahorrar tiempo, no perderlo. Nuestros alumnos las usan para perderlo. En mis clases las cuentas más complicadas son multiplicar 5 por 200, dividir 100 entre 20 o calcular el 30% de 1000. Ni uno solo de mis alumnos hace estas cuentas a mano. No exagero.
A veces les pongo prácticas que incluyen cuentas de este tipo y que deben hacer en diez minutos. Para animarlos les digo que no hace falta calculadora. Me miran con cara rara, como si yo fuera un genio de los números. Evidentemente cogen la calculadora. Y les cuesta terminar en diez minutos.
Pero a veces mi mensaje surte efecto. Alguien ve la luz. Se da cuenta de que puede ahorrar tiempo sin calculadora. Porque, ¿hace falta ayuda electrónica para calcular el 10% de 500? Por supuesto que no.
19.1.07
A los burros les gusta el rock
A simple vista uno se da cuenta de la relación entre las dos variables: los cortitos prefieren el rock, los listos la música clásica y los del medio el pop. No pude evitar que de mi boca saliese un "cualquier parecido de esto con la realidad es pura coincidencia" y estoy segura que el 90% de los alumnos notaron mi disconformidad con el resultado del ejercicio. Tanto, que he decidido que voy a proponer otro alternativo.
Las variables serán las mismas: el nivel de estudios y los gustos musicales. Ahora bien, la relación entre ambas va a cambiar sustancialmente. Debo avisar, en este preciso momento, que me basaré en mis propios criterios y estoy convencida que la mayoría de los lectores tendrán sus clasificaciones y les animo a que las hagan públicas. Ahora bien, como la que escribe soy yo, toca aguantarse. Tengo muy claro que la rabia que se apoderó de mi al resolver este ejercicio durante las clases puede trasladarse a algún visitante con otro criterio muuuy diferente...
Esta es mi propuesta:
Nivel alto: Podría hacer una compilación de rock progresivo (Marillion, Rush…), el rock sinfónico (Genesis, Yes…), AOR (adult oriented rock, como Boston, Foreigner, Kansas, Heart…) y para rematar y en honor a The Monch y a Vicisitud, incluiremos a Kiss y a King Crimson (un mundo aparte)
Nivel medio alto: El pop extranjero (Robbie Williams, britpop, U2, Simple Minds, Athlete, etc…)
Nivel medio bajo: Pop español, altamente sobrevalorado. Dentro de este grupo exceptuamos a algunos como Alejandro Sanz o El Canto del Loco que pasarían a engrosar el siguiente nivel, que no se me enfade nadie ¿eh?, ya estabais avisados...
Nivel bajo: El perreo y el bacalao. No entiendo todavía como ha podido triunfar el ya famoso "a ella le gusta la gasolina..." y demás maravillas. Bueno, una amigo decía que lo del baile no estaba del todo mal, picarón...
Pues aquí acaba la clasificación, he de añadir que podría citar muuuuchos más grupos en cada una de las categorías, pero entonces este post sería interminable y nadie se pararía a leerlo completo, eso sólo ocurre cuando Petete nos da lecciones de moda. Venga, y ahora a ponerme verde, bueno... aun más verde de lo que ya soy...
12.1.07
Foto de familia
Sin embargo, desde el principio han ido apareciendo en el blog pistas sobre nuestra identidad. Al principio se trataba sólo de indicios que íbamos dejando involuntariamente, pero últimamente parece que alguno de los miembros del equipo ha puesto en marcha una estrategia premeditada para salir del anonimato, de forma que la situación se está haciendo insostenible.
Por otra parte, recientemente han surgido comentarios como el que hace the monch aquí, en el que califica de "extraña" y "despropósito" la composición del equipo que elabora este blog, dando a entender que no formamos un equipo bien avenido.
Por todo lo anterior, y aprovechando que Petete tenía muchas ganas de lucir su boina, el equipo de La Vista Gorda ha decidido salir del anonimato, publicando en exclusiva esta
Petete, Tocotó y M Knight
9.1.07
Es lo que se lleva
Las risas en la cena de la que les hablé al principio eran descomunales al pensar en cómo llevábamos con orgullo por las calles del pueblo nuestro particular diseño. Claro que, tampoco se quedaban atrás los zapatos de charol, con punta cuadrada y un tacón más raro que un perro verde que llevé unos años más tardes en fechas similares. O el vestido de lentejuelitas por encima (y cuando digo encima es bastante encima) de la rodilla de otro año. En este caso (lo recuerdo perfectamente), cuando me lo probé en la boutique, me quedaba un poco largo, con lo cual, allí mismo me lo enviaron a la modista para adaptarlo a mi estatura. El problema fue, que a ésta se le fue la mano con la tijera y…, se pueden imaginar…Eso sí, mi madre no permitiría nunca que no lo estrenase después del dineral que de nuevo se había gastado en él. Aún reconociendo que algo corto había quedado, todavía la estoy oyendo: “ si no enseñas pierna ahora, cuando la vas a enseñar?...Además, no es para tanto, se llevan así!!” ¿¿Qué no es para tanto…?!!!!, cada vez que veo las fotos me entra la duda de si llorar o reirme a pierna suelta. Menos mal que por ahora se me ha dado por esto último.
¿Ustedes se han parado a pensar en cómo de rápido cambian las modas? ¿Quién no…? Para eso muchas mentes pensantes se encargan de enviarnos catálogos a casa todos los años con cortes, colores y estampados lo más diferentes del año anterior posible. Y es que se trata de eso, de que la ropa del año pasado esté tal y como dice la palabra pasadísísíma.
Muchas veces, viendo lo monos y arreglados que vienen a clase mis alumnos me he acordado de mis pintas cuando tenía su edad. No puedo evitar compararnos. Y es que yo siempre lo digo: a mi generación, le ha tocado una época un tanto dificil en cuanto a modas. Porque, vamos a ver, díganme ¿a quién le pueden sentar bien unas macro-hombreras bajo cualquier tipo de prenda: vestidos, blusas y hasta camisetas de algodón!!?
Por no nombrar la época en la que los pantalones (que por cierto llegaban a la altura de las axilas, casi) se debían de remangar (literalmente), “un poquito”, de forma que se viese el calcetín. Claro, y es que hoy en día, los calcetines no tienen ningún protagonismo, porque uno de los lemas de este siglo es que NO SE PUEDEN VER, pero de aquellas…., qué monada de calcetines que llevábamos!!!! Mi prima me recordaba el día de la cena, que los mejores eran los de rombos…y estoy de acuerdo, sí señor. Rombos que por cierto, vuelven a estar muy de moda…Tiemblen, jovencitos, tiemblen….
Insisto, que se lo proponga alguien a mis alumnas de hoy en día. Que me vienen con sus leggings, enseñando tobillo, y sus taconcitos de color a juego con la ropa y los complementos (de los cuales hablaré más tarde, que no me olvido de semejante cosa)…Yo lo intenté un día con una de mis primas universitarias, y máximo que conseguí, fue que me llamase hortera unas cuantas veces. Y lo hacía con ganas, además…, todo sea dicho.
Y es que de aquellas, había como dos tipos de prendas: las que utilizábamos para ir a la discoteca (que tampoco es que fuesen muy atractivas que se diga, pero algo más sí ) y las que llevábamos a clases. Pero yo, hoy en día, a mis alumnas (y hablo en femenino, porque sobre todo se lo noto a ellas, pero no significa que no le afecte también a ellos) las veo con unos modelitos que poco se pueden diferenciar de lo que se ponen un sábado por la noche (¿o si?). A veces he pensado que podía dar la clase con música bacalao de fondo, para crear un ambiente como más acorde a su estilo. También he llegado a pensar, que en la actualidad, con lo caro que esta todo, el precio de la tela tuvo que subir muchísimo.
Aparte quedan los complementos. Hoy en día, ellos con sus pulseras Viceroy o Lotus de plata, las de goma con fines benéficos que no son tales, pero queda muy bien o las estilo surfero que dan un toque como muy “chic”. (Pocos practican surf, pero creo que se liga mucho con los complementos asociados a tal deporte. Si aún encima te pones unas mechitas rubias, ya tienes el éxito garantizado). Ellas, con sus collares de perlas de plástico a juego con la pulsera y pendientes, sus relojes modernos de correas de colores o también la modalidad de multitud de pulseras diferentes de colores que puso a la moda la siempre joven Paulina Rubio. He de decir, que a mi me encantan esos complementos de plástico, y de hecho también tengo unos cuantos, todo sea dicho. Eso sí, hacen un ruído al escribir las pulseritas… pero ¿a quién importa la comodidad…? Faltaría más. En muchos exámenes se las quitan y las ponen al lado de la calculadora, que también da un toque como muy intelectual…
En mi época universitaria recuerdo las pulseras de cuero sencillas de los hippies, que bueno, bajo ningún concepto pasarán de moda…asíque ahí no estamos en demasiada desventaja, pero…¿alguien se había olvidado de los chinitos de la suerte? Eh…¿?, y de los collares con el nombre colgado que llevábamos al cuello cual perritos con amo despistado…Una amiga mía dejó de ponerlo cuando se dio cuenta de que ligaba menos porque los chicos, que utilizaban como excusa para acercase, el preguntarte el nombre, ya no lo podían hacer. Y era cierto, eso fue un fracaso para el amor!!! Si hiciésemos una estadística, estoy segura que en aquella época el porcentaje de relaciones que afloraban era menor ;).
Y bien, es obvio que no me puedo ir sin hablar de los peinados. Ni acordarme quiero de aquella Nochevieja (ya que hemos empezado con esa fecha vamos a seguir, porque la verdad es que dan mucho juego) en la que se me ocurrió ir a la Peluquería (fue el único Fin de Año que fui, por cierto, pero como para volver…). Tenía el pelo largo y quería hacerme esa especie de rizos grandes tan favorecedores y que tanto se llevaban. Bueno, pues allá me presento como unas seis horas antes de medianoche. Las peluqueras (porque a falta de una eran dos las que enredaban en mi cabellera) no hacían más que ponerme rulos, y echarme “sprays” que nunca llegué a saber para qué servían, porque ese es otro tema, la de porquerías que le echan a una en el pelo en las peluquerías es que no tiene semejante. Luego me pusieron bajo un gran secador de pie, que me achicharraba las ideas y las orejas y cada poco tiempo, me sacaban de allí para volver a rociar mi pelo. “Es que tienes un pelo tan fuerte, que si no le echamos cosas no te va a aguantar el rizo…” Que no iba a aguantar que?!! Si me costó más sacarlos que a un dentista una muela del juício….El caso, es que como les contaba, con tanto producto, me enredaron el pelo de tal forma, que por allí no pasaba un peine ni de goma. Qué digo de goma?!Allí no entraba ni un rayo láser... Vamos, que horrorosa era poco. Eso sí, una vez más haciendo caso al tema monetario (porque la pela es la pela) y de tiempo, en casa me prohibieron lavarme la cabeza al llegar, con lo cual allá me fui yo con esos pelos a la gran fiesta. Menos mal que de noche todos los gatos son pardos…
Esto era un peinado de fiesta, lo demás tonterías…Claro que, los peinados de la época (los normales, vamos, los de diario) tampoco tenían desperdicio: de aquellas se llevaba el gran tupé!!! Sin comentarios, la verdad. Con la risa que me da apenas puedo escribir bien, porque menuda pinta…Yo tengo una especie de remolino en el comienzo de la frente y claro, me quedaba genial el tupé. Luego también se llevaba aquella especie de macro flequillo que se cortaba desde la mitad de la cabeza, con lo cual, todo el pelo se caía hacia delante. Aquello no era un flequillo, sino más bien una especie de cortina. He de confesar que una prima mía se lo cortó, y como tenía el pelo rizo, lo que le quedó fue lo más parecido a un nido de cigüeña que podais pensar. Todos le llamábamos así, pero a ella nunca acabó de gustarle... (por cierto, aclarar que la de la foto no es mi prima...).
En fin, que si me pongo puedo escribir hasta aburrirlos, y no quiero, de verdad. Pero es que lo de la moda da para mucho. Es uno de mis temas preferidos. No puedo evitar reirme cada vez que veo fotos pasadas y, como les dije a mis amigas en la cena que dio pie a este post (por cierto, para ellas, y para mis alumnos va dedicado) en unos años, nos estaremos partiendo al ver las fotos con sus vestidos setenteros y mi jersey de listas azules y color plata que llevamos a tal comilona. No lo duden, es así...
3.1.07
Compromisos cumplidos (un post de Petete y Tocotó)
El 2006 no ha estado mal, ha sido el año en el que hemos decidido (en realidad el socio fundador es M Knight) inaugurar esta bitácora y desde que se inició a finales de septiembre hasta ahora ha madurado mucho, de hecho ha cogido un tierno color naranja. Con suerte y disciplina durante el 2007 ya estará en su punto, sólo esperamos que no se caiga del árbol antes de tiempo, todo será cuestión de disciplina y que nuestros alumnos nos “inspiren” innumerables entradas con que divertiros cada semana. Con este fin hemos comprado sillas nuevas para el despacho, sí, sillas, igual alguno se atreve a pensar ¡qué gasto más absurdo!, con la de cosas interesantes que se podrían comprar con ese dinero, sin ir más lejos un buen mini-sofácama para la siesta reparadora de después de comer. Pero es que, aunque alguien piense lo contrario, pasamos más tiempo sentados en la silla que durmiendo. Hemos de añadir que ambas actividades no son incompatibles, pero ninguna de las dos las mezclamos en horario laboral. Ahora mismo, mientras escribimos este post, nuestras hermosas posaderas disfrutan de un fabuloso asiento ergonómico regulable en altura, un respaldo alto con reposacabezas y un regulador en las lumbares. ¡¡¡Ups!!! ¿¿¿Se nos ha escapado que las sillas son para escribir los posts de forma más cómoda??? Vaya, ummm, a ver…, no se crean que son para eso, no, los posts en casita y con la cutre-conexión telefónica. Las sillas nos ayudarán a dejar de ahorrar para ir al “masajes a euro” y a realizar el trabajo diario con más alegría y eficacia para bien de compañeros y alumnos. Esto ya suena mejor ¿verdad?
Parece que hemos acabado el año con los compromisos cumplidos y los buenos propósitos a flor de piel ¿o no?... Pues para nuestra desgracia no. No hemos sido todo lo cumplidoras que deberíamos. Es por ello, que este primer post del año va dedicado a nuestro compañero M. Knight. El motivo, simplemente para pedirle que nos perdone. Y es que le habíamos prometido (incluso hay pruebas escritas) que mientras su novia estaba en el extranjero, lo emborracharíamos, (o al menos lo invitariamos a un exquisito vino). Esto, leído así, puede sonar un poco fuerte, pero créanos que no. Se trataba simplemente de pasar un rato agradable para que pudiese llevar un poco mejor el estar "de Rodriguez". Y es que es importante decir que M. Knight está muy gracioso con unas gotitas de alcohol en el cuerpo ( será porque pocas veces las toma...) y de ahí que esa fuese la propuesta. Propuesta que, como no, venía totalmente apoyada por él.
Bueno, pues el caso es que a día de hoy, su encantadora novia ya está de vuelta y sus compañeras de blog, no han cumplido sus promesas. Podríamos buscar excusas por no haberlo hecho, pero creemos que no es lo correcto. Y es que es cierto que hemos estado un poco apuradas en el último mes, pero a veces las prisas, los agobios, el consumismo pre navideño y simplemente el trabajo hace que nos olvidemos de lo realmente importante: Los Amigos. Y M. Knight es el mejor que tenemos.
Nuestro buen propósito para el 2007 es que vamos a ser más "de fiar", es decir, que a partir de ahora, querido compañero, no va a hacer falta que guarde por escrito nuestras promesas, porque serán cumplidas. ¿Nos dejará compensarle al menos con una visita a la vinoteca, pincho incluído?...
Petete y Tocotó.