Buenas tardes:
Soy el delegado de clase [...]
Queriamos comunicarle que mañana hay huelga debido a la subida de las tasas y nos gustaría saber si tiene pensado impartir clases. El resto de docentes no van a dar la materia.
Un saludo
Soy consciente de que todos pensarán que, dada la alarmante falta de actualización de este blog, hemos tenido que inventarnos un mensaje como este para poder reírnos todos un rato. Pues no; este messaje, así como lo ven, me llegó en la tarde del pasado 30 de octubre, víspera de la huelga de estudiantes convocada en Galicia por la subida de los precios de las matrículas universitarias.
Sin entrar en las (pobres) argumentaciones de los huelguistas (que pueden ver ampliando la imagen adjunta, y que trataré en otro momento), lo que es evidente es que unos estudiantes que razonan así se merecen, cuando menos, una subida del 800%, por hacernos perder el tiempo intentando introducir algo de conocimiento en unos cerebros tan claramente desestructurados. Porque veamos:
1. "Mañana hay huelga". Las huelgas no caen del cielo, pero parece que para mis alumnos sí: pese a que se trata sin duda de una huelga de alumnos, éstos consideran que "hay huelga", no que "hacen huelga". Es decir, se ven como meros sujetos pasivos del evento, como si se tratara de un cierre oficial de la facultad, de un festivo, o de una tormenta de nieve que les impide ir a clase. No se plantean, como en nada en su vida ni en sus estudios, que ellos tengan que tomar alguna decisión al respecto.
2. "Nos gustaría saber si tiene pensado impartir clases". Curiosamente, mientras que para ellos (que son los convocantes) simplemente "hay" huelga y no tienen nada que decidir, los profesores (a los que ni nos va ni nos viene el asunto) sí debemos tomar decisiones. Y no cualquier decisión, además: los alumnos consideran normal que los profesores, con todo la jeta del mundo, dejemos de cumplir por un día nuestras obligaciones. Y todo, claro está, para que ellos ganen un día de vacaciones y no pierdan nada. Es como si el trabajador de una empresa, antes de hacer huelga, le pregunta al patrón si le va a pagar o no ese día. Hay que joderse.
3. "El resto de docentes no van a dar la materia". Este es un argumento muy conocido en nuestra facultad, y supongo que en muchas otras, junto a ese otro de "es que me queda sólo una asignatura para acabar". Los alumnos venden la misma moto simultáneamente a todos los profesores, y éstos, que en su mayoría son unos pusilánimes que no soportan ser el malo de la película, acaban haciendo que la mentira de partida se convierta en verdad. Y así nos va.
En lo que a mí respecta, se pueden ir todos, estos alumnos y esos profesores, a la mierda. Como no podía ser de otra manera, yo impartí todas mis clases, y en las que no tuve alumnos, di la materia por explicada. Eso sí, después de responder cortésmente a nuestro querido delegado:
Hola.
Entiendo que tu mensaje es sólo para informarme de que no vais a venir a clase, porque no me cabe en la cabeza que vuestra decisión de hacer huelga dependa de que mañana yo imparta o no materia.
Saludos,
Michael